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Por qué tu próxima campaña debería partir desde la estrategia... y no desde el diseño

  • Foto del escritor: Estudio EDE
    Estudio EDE
  • 28 ago
  • 1 Min. de lectura

Muchas campañas fracasan no por un mal diseño, sino por falta de estrategia. Antes de pensar en colores, tipografías o formatos, es fundamental tener claridad sobre el objetivo, el público y el mensaje central.


La estrategia es el mapa: define el camino, los recursos y los indicadores de éxito. El diseño es el vehículo: lo que lleva el mensaje de forma atractiva y efectiva. Si partes por el diseño sin un rumbo claro, corres el riesgo de tener piezas gráficas hermosas que no generan resultados.


Una campaña bien pensada empieza con investigación: entender el mercado, analizar a la competencia y conocer en profundidad a la audiencia. Luego, se definen metas medibles, mensajes clave y canales de difusión.


Solo después de esto entra en juego el diseño, que debe traducir la estrategia en imágenes, tipografías y composiciones coherentes.


En resumen: la estrategia da propósito, el diseño da forma. Cuando ambas trabajan juntas desde el inicio, las campañas no solo se ven bien: cumplen su objetivo. Ahora ya sabes porque tu próxima campaña debería partir desde la estrategia... y no desde el diseño.


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